Mantener tu traje de flamenca en perfecto estado

Como mantener traje de gitana

El traje de flamenca puede servirnos para múltiples ocasiones y eventos, pero para que luzca como nuevo siempre será necesario que le pongamos un cierto interés en el cuidado de las telas y los colores. Nos encontramos con una prenda bastante delicada, que exigirá de un mantenimiento regular cuando se le dé servicio. Después de cada uso lo aconsejable es cepillar los bajos del vestido con un cepillo sin púas, pero cuando acabe la fiesta, como puede ser la Feria de Abril, lo adecuado sería lavarlo, revisando la presencia de posibles manchas ocultas.

Los expertos recomiendan lavar el traje de gitana a mano, con agua fría y sin frotar en exceso. En ningún caso se debería introducir en la lavadora, aunque algunas personas se atreven a hacerlo metiéndolo en un saco de malla y plegado del revés para que no se produzcan roces. Emplean un programa para prendas delicadas, a baja temperatura, con abundante agua y en solitario, evitando en todo momento la lejía.

cuidar traje de flamenca

Para cuidar el traje de flamenca hay que tratar de ponerle especial atención a todos los complementos que pueda incorporar. Si tiene bordados de pedrería, lentejuelas o similares, lo aconsejable es lavarlo a mano.

Requerirá un mayor esfuerzo, pero tendrás la garantía de que no sufrirá ningún tipo de daño. Y de contar con enaguas sería conveniente descoserlas antes del lavado para que no haya una trasferencia de color. En lugar de recurrir a productos químicos industriales, artículos como el vinagre o la sal pueden servirte de gran ayuda para mantener en buen estado el vestido.

Aunque parezca mentira, uno de los grandes enemigos del vestido de flamenca es la sudoración excesiva. El ácido urocánico, que se encuentra en el sudor, tiene capacidad para disolver las resinas y atacar los colorantes pigmentarios. Una solución pasa por no usar en la zona de los pliegues combinaciones de colores claros con intensos, o incluso prevenirlo poniendo almohadillas absorbentes en las axilas.

En lo que se refiere al secado, lo conveniente sería tender el vestido sin escurrir y sin exponerlo de manera directa al sol. A poder ser en una zona en donde pueda darle el aire para que este proceso no se alargue en exceso.

Al igual que sucedía con la lavadora, tampoco se recomienda el uso de la secadora para que no haya roces entre las distintas partes del traje. Por su parte, el planchado debe hacerse con él al revés, a una temperatura de 150º C, con especial atención a los volantes. Lo mejor es que lo hagas uno a uno para obtener el mejor resultado posible.

La otra posibilidad pasa por llevarlo a la tintorería para que realicen la limpieza en seco. Los profesionales conocen como nadie las particularidades de este tipo de tejidos y sabrán darle el trato más adecuado. Lo importante es que sigas al pie de la letra las indicaciones del fabricante, que te indicará los cuidados que exige cada tela y tintado, advirtiendo sobre las limitaciones de lavado.

Resulta especialmente importante que el proceso de limpieza se efectúe lo antes posible. De esta forma seremos más eficaces para combatir las manchas y devolverle su apariencia original.

Cómo conservar el traje de un año para otro

Tan importante como el lavado es cuidar el traje de flamenca. Por lo general suele guardarse de un año para otro. Para que no se deteriore lo meteremos en una funda de tela, en un armario sin humedades y que carezca de productos antipolillas. Habrá que colgarlo de una percha y asegurarse de que queda correctamente estirado, sin dobleces.

Antes de colocarlo en el armario es preciso comprobar que no presente ningún tipo de desperfecto en forma de rotura o descosido. Si se aprecia algo de esto, será un buen momento para repararlo y así evitar que el problema vaya a más. En lo que se refiere a los flecos, lo aconsejable es descoserlos y guardarlos por separado para que no se dañen, además de guardar los otros complementos aparte.

Son pequeños detalles que deben tenerse en cuenta para cuidar el traje de gitana, sobre todo si nuestra intención es volver a utilizarlo en el futuro en otras ferias. Además del mantenimiento posterior, tampoco estaría de más que le prestamos atención al uso que se le da mientras lo llevamos puesto. No es cuestión de privarse de nada, pero habría que evitar ciertas manchas como pueden ser las de la bebida o la comida.

Si somos capaces de conservarlo en un buen estado puede durarnos durante muchos años. Será algo que agradecerás si solo dispones de un traje de flamenca o si cuentas con varios y necesitas alternar modelos para no repetir. Con las recomendaciones aportadas podrás usarlo en la próxima feria con la garantía de que te lo encontrarás como nuevo.

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